Montalbán 11: vivir en una obra de arte
Un edificio patrimonial del centro de Madrid se convierte en uno de los últimos proyectos de integración arte-arquitectura del artista cinético Carlos Cruz-Diez
La distancia y la imposibilidad de viajar de Caracas a Madrid, obligan a imaginar desde este lado del charco el que sería uno de los últimos proyectos de integración arte-arquitectura-espacios interiores del maestro del cinetismo, el venezolano Carlos Cruz-Diez.



En el hall de entrada, un mural de Induction Chromatique à Double Fréquence recibe al visitante. En esta obra, distintas gamas cromáticas aparecen y desaparecen continuamente, en función de la dirección e intensidad de la fuente luminosa y del desplazamiento, ángulo y distancia de observación del espectador. En la cabina transparente del ascensor sus usuarios observan una vibrante Chromointerférence que evoluciona durante el tiempo del trayecto de ascenso y descenso, modificándose en cada planta, dando como resultado ocho armonías cromáticas diferentes. Y finalmente, las Transchromies ubicadas en cada piso, hacen que sus ocupantes perciban las variaciones cromáticas que provocan los paneles de metacrilato transparentes de colores sustractivos, brindando al observador composiciones geométricas y gamas cromáticas que se renuevan constantemente por la incidencia y movimiento de la luz del sol a lo largo del día.


Vista panorámica del hall de entrada del edificio Montalbán 11 con "Ambientación cromática" de Cruz-Diez (CORTESÍA IN SITU ART PROJECTS)
No obstante, están las fotos y los videos que desde su cuenta en Twitter ha divulgado la oficina de arquitectura In Situ Art Projects, una de las instituciones que ha hecho posible el sueño del creador de las fisicromías y las cromosaturaciones: la Ambientación cromática Montalbán 11; valga decir la perfecta armonización de su investigación sobre el color y los espacios habitables de un edificio patrimonial madrileño que desde ahora se integra al circuito de museos que rodean a esa edificación de 1916: el Thyssen-Bornemisza, el Prado y el Centro de Arte Reina Sofía.
Para Cruz-Diez (1923-2019), “las obras de arte en los espacios públicos o integradas en las edificaciones despiertan las percepciones dormidas del que las observa, sacándolo de su rutina y estimulando su imaginación a otras lecturas de la realidad, del tiempo y del espacio”. De eso darán cuenta los habitantes permanentes y ocasionales de la capital española; más aún, los residentes de Motalbán 11, quienes dejarán de ser observadores del arte para ser parte de él, para completar una obra de arte total donde color, luz, vegetación, movimiento, confort y ellos son los protagonistas.
No obstante, están las fotos y los videos que desde su cuenta en Twitter ha divulgado la oficina de arquitectura In Situ Art Projects, una de las instituciones que ha hecho posible el sueño del creador de las fisicromías y las cromosaturaciones: la Ambientación cromática Montalbán 11; valga decir la perfecta armonización de su investigación sobre el color y los espacios habitables de un edificio patrimonial madrileño que desde ahora se integra al circuito de museos que rodean a esa edificación de 1916: el Thyssen-Bornemisza, el Prado y el Centro de Arte Reina Sofía.
Para Cruz-Diez (1923-2019), “las obras de arte en los espacios públicos o integradas en las edificaciones despiertan las percepciones dormidas del que las observa, sacándolo de su rutina y estimulando su imaginación a otras lecturas de la realidad, del tiempo y del espacio”. De eso darán cuenta los habitantes permanentes y ocasionales de la capital española; más aún, los residentes de Motalbán 11, quienes dejarán de ser observadores del arte para ser parte de él, para completar una obra de arte total donde color, luz, vegetación, movimiento, confort y ellos son los protagonistas.

"Induction Chromatique à Double Fréquence" (CORTESÍA IN SITU ART PROJECTS)
La intervención espacial se ha planteado como una gran “caja sensorial” en la que todas las disciplinas (arte, arquitectura e interiorismo) se fusionan, aprovechando las singularidades de un edificio histórico. Destaca la calidad y fluidez lograda, la manera cómo los espacios de las viviendas se integran a los patios interiores aprovechando la luz natural, el uso de materiales y acabados excepcionales que aportan elegancia y calidez a los espacios.
La intervención espacial se ha planteado como una gran “caja sensorial” en la que todas las disciplinas (arte, arquitectura e interiorismo) se fusionan, aprovechando las singularidades de un edificio histórico. Destaca la calidad y fluidez lograda, la manera cómo los espacios de las viviendas se integran a los patios interiores aprovechando la luz natural, el uso de materiales y acabados excepcionales que aportan elegancia y calidez a los espacios.

"Las obras de arte le confieren al entorno patrimonial un valor emocional y afectivo", decía Cruz-Diez (CORTESÍA IN SITU ART PROJECTS)
En el hall de entrada, un mural de Induction Chromatique à Double Fréquence recibe al visitante. En esta obra, distintas gamas cromáticas aparecen y desaparecen continuamente, en función de la dirección e intensidad de la fuente luminosa y del desplazamiento, ángulo y distancia de observación del espectador. En la cabina transparente del ascensor sus usuarios observan una vibrante Chromointerférence que evoluciona durante el tiempo del trayecto de ascenso y descenso, modificándose en cada planta, dando como resultado ocho armonías cromáticas diferentes. Y finalmente, las Transchromies ubicadas en cada piso, hacen que sus ocupantes perciban las variaciones cromáticas que provocan los paneles de metacrilato transparentes de colores sustractivos, brindando al observador composiciones geométricas y gamas cromáticas que se renuevan constantemente por la incidencia y movimiento de la luz del sol a lo largo del día.

Ascensor con "Chromointerférence" (CORTESÍA IN SITU ART PROJECTS)
Decía Cruz-Diez: “El hecho arquitectónico se transforma en un escenario donde los habitantes y visitantes del edificio, al interactuar con las obras, se convierten en coautores de la misma al generar variaciones cromáticas en el espacio y el tiempo de su trayecto. Las obras de arte le confieren al entorno patrimonial un valor emocional y afectivo, contribuyendo a afianzar el sentido de referencia, pertenencia y orgullo de residir en este excepcional inmueble”.

Decía Cruz-Diez: “El hecho arquitectónico se transforma en un escenario donde los habitantes y visitantes del edificio, al interactuar con las obras, se convierten en coautores de la misma al generar variaciones cromáticas en el espacio y el tiempo de su trayecto. Las obras de arte le confieren al entorno patrimonial un valor emocional y afectivo, contribuyendo a afianzar el sentido de referencia, pertenencia y orgullo de residir en este excepcional inmueble”.

"Transchromies" (CORTESÍA IN SITU ART PROJECTS)
El proyecto, hoy una realidad palpable, vivible, ha sido posible gracias al trabajo de más de 50 empresas, siendo Maximilian Pizzoni, de Italinmuebles, el promotor de la iniciativa, junto a Carlos González, del estudio de arquitectura Molior, que desarrolló el concepto arquitectónico del proyecto de rehabilitación; la empresa constructora Fernández Molina, encargada de la rehabilitación integral del edificio, y un equipo multidisciplinario liderado por Karina Saravo Sánchez, de In Situ Art Projects, estudio de arquitectura -filial del Grupo Odalys-, que ha realizado la integración de las obras a los espacios protegidos del inmueble y que trabajó de la mano de Cruz-Diez, desde el año 2016; el Atelier Cruz-Diez, dirigido por Carlos Cruz Delgado, hijo del artista, que realizó las obras, y Totón Sánchez, cuyo estudio Sánchez+Sánchez creó el concepto de interiorismo del inmueble.
Una serie de tertulias y actividades acompañarán el lanzamiento de Montalbán 11 para que el público madrileño pueda apreciar de primera mano parte del desiderátum artístico de Carlos Cruz-Diez: liberar el color de su soporte y hacerlo coautor de las obras.
El proyecto, hoy una realidad palpable, vivible, ha sido posible gracias al trabajo de más de 50 empresas, siendo Maximilian Pizzoni, de Italinmuebles, el promotor de la iniciativa, junto a Carlos González, del estudio de arquitectura Molior, que desarrolló el concepto arquitectónico del proyecto de rehabilitación; la empresa constructora Fernández Molina, encargada de la rehabilitación integral del edificio, y un equipo multidisciplinario liderado por Karina Saravo Sánchez, de In Situ Art Projects, estudio de arquitectura -filial del Grupo Odalys-, que ha realizado la integración de las obras a los espacios protegidos del inmueble y que trabajó de la mano de Cruz-Diez, desde el año 2016; el Atelier Cruz-Diez, dirigido por Carlos Cruz Delgado, hijo del artista, que realizó las obras, y Totón Sánchez, cuyo estudio Sánchez+Sánchez creó el concepto de interiorismo del inmueble.
Una serie de tertulias y actividades acompañarán el lanzamiento de Montalbán 11 para que el público madrileño pueda apreciar de primera mano parte del desiderátum artístico de Carlos Cruz-Diez: liberar el color de su soporte y hacerlo coautor de las obras.
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