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Polémica sobre una canción que unos bailan y otros debaten

¿Es Veneka una oda a la mujer venezolana?

Dos expertas en comunicación analizan si la canción de Rawayana & Akapellah empodera a las mujeres del país

  • DULCE MARÍA RAMOS

17/11/2024 01:00 am

Hace pocas semanas, la agrupación de rock/reggae Rawayana y el rapero Akapellah lanzaron el sencillo Veneka, que se convirtió rápidamente en la canción más viral del Top 50 de Spotify Venezuela y tendencia en la red social TikTok. Sin embargo, a raíz de su publicación han surgido varios ejes de discusión alrededor de su contenido; entre ellos, si en verdad empodera a las mujeres del país.

El Universal conversó con Paula Andrea Jiménez, periodista colombo-venezolana enfocada en el tratamiento público de temas migratorios, y Natalia Henao Tamayo, periodista colombiana de El Barómetro, que en la actualidad realiza una tesis de doctorado sobre los discursos de odio y violencia de género contra las mujeres venezolanas en Colombia para la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), de Argentina. Se contactó al mánager de Rawayana para este reportaje, pero su respuesta fue negativa: “No pueden atender su solicitud por problemas de agenda”.

Origen y significado
de la palabra “veneco”

La palabra “veneco”, según estudió el investigador y lingüista venezolano Francisco Javier Pérez, actual Secretario General de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), “se originó en Colombia para designar referencialmente a los hijos de colombianos nacidos en Venezuela. Al principio, la palabra no tenía una carga denigratoria. Formalmente es un acrónimo compuesto por la mezcla de los elementos silábicos ‘vene + co’, a partir de las voces ‘venezolano’ y ‘colombiano’ (...). La voz en la actualidad perdió su carácter referencial originario y se trasformó en un insulto que califica y clasifica negativamente a ciudadanos de Venezuela que llegan a Colombia.” (entrevista en El Universal, febrero 2021).

Si bien en las pocas declaraciones que en torno al tema han dado Rawayana & Akapellah, estos han aclarado que la canción no tenía un fin reivindicativo de la palabra ni de empoderamiento de las mujeres del país, algunos sectores lo han calificado y percibido así, a pesar de que su letra las sexualiza: “Ay, Dios mío. Qué queso. Si me mira la beso” o “A la gocha me la como como trucha”; además de seguir repitiendo el estereotipo de que las mujeres venezolanas son las más bellas del mundo con las frases “Que no van para el gym, pero tienen cuerpo de atleta”, “No se sabe si son de ellas o son hechas”, “Los mejores culos”.

Para la Jiménez, la palabra “veneca” está relacionada con la xenofobia, el racismo, el clasismo y la aporofobia que sufren las niñas, adolescentes y mujeres migrantes: “No es un gentilicio, el gentilicio para ellas es venezolanas, es el correcto, pero termina siendo un adjetivo que alude con desprecio a este grupo sumamente vulnerable, incluso es utilizada para ubicarlas en un escalafón inferior, por debajo de sus pares en los países de acogida, también en entornos de prostitución o trata de personas”.

Henao Tamayo coincide y agrega que “unida a otras palabras ‘veneca’, en Colombia y Chile, puede ser deshumanizante, sexista y misógina; solo demuestra la xenofobia que existe en estas sociedades y que se puede evidenciar en distintos espacios, entre ellos las redes sociales, de hecho en los últimos años ‘veneca’ ha sido tendencia en Twitter, ahora X”.

¿Es posible resignificar
la palabra veneca?

A pesar de las connotaciones negativas, Henao Tamayo se muestra optimista acerca de la resignificación de la palabra “veneca”, aclarando que la tarea es cambiar las narrativas e imaginarios. “Las voces públicas tienen que salir a hablar sobre esto. Que está haciendo la canción: mirar a una mujer venezolana y sexualizarla. Las mujeres venezolanas son hermosas, sí, pero no son una mercancía, no hay que mirarlas como tal, entonces no podemos contribuir a eso. Debemos construir esos imaginarios y para lograrlo pasarán varios años; yo creo que sí se podría cambiar, hay un trabajo grande por hacer desde los líderes hasta los medios”, explica.

Por su parte, Jiménez destaca que el cambio o la resignificación de la palabra no será inmediato, ya que en los debates que han surgido sobre la canción Veneka se nota el desconocimiento de la situación de las niñas, adolescentes y mujeres migrantes venezolanas, especialmente la xenofobia que sufren en países como Colombia. La experta señala que los creadores de estos contenidos musicales y culturales son en su mayoría hombres con un historial de discursos de misoginia y que ubican desde siempre a la mujer como un objeto sexual. “Básicamente, la mujer es consumible cuando yo quiera”.

Veneka es una canción, que como cualquier creación comercial, solo persigue un fin económico y la viralidad en las redes sociales. Pasará pronto de moda, sí, pero toca pensar qué tipo de contenidos consumimos porque, consciente o inconsciente, la cultura moldea el imaginario de una nación. Este caso apunta a que es necesario elevar el debate intelectual; en Colombia por ejemplo, en estos momentos se discute sobre la sexualización de las mujeres y la apología a la prostitución infantil en la canción +57 de Karol G, J. Balvin, Maluma, Feid, Ryan Castro, Blessed, DFZM y Ovy on the Drums; los razonamientos son variopintos, pero lo que alcanza cierta unanimidad es el rechazo inmediato del público ante la perpetuación de estereotipos, en este caso hacia la mujer colombiana.
@DulceMRamosR





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