La “desextinción” y la longevidad
Animales que alguna vez fueron arquitectos de sus ecosistemas podrían desempeñar un papel crucial en la restauración de paisajes degradados y el aumento de la biodiversidad
La ciencia de traer de vuelta a la vida especies animales desaparecidas se conoce como “desextinción” y ha pasado de ser un sueño futurista a una posibilidad tangible gracias a los avances en la ingeniería genética. La reciente noticia de la desextinción funcional de los lobos salvajes ilustra el potencial de restaurar depredadores clave en ecosistemas desequilibrados. En este contexto, la figura del científico de Harvard, George Church, quien será ponente estrella en la próxima Cumbre Internacional de la Longevidad en Madrid, durante octubre 1-2, 2025, emerge como un visionario que impulsa ambiciosos proyectos como el de revivir al mamut lanudo y también lograr el rejuvenecimiento biológico para alcanzar una longevidad indefinida.
El potencial impacto de reintroducir especies extintas en sus nichos ecológicos originales es innegablemente atractivo. Animales que alguna vez fueron arquitectos de sus ecosistemas podrían desempeñar un papel crucial en la restauración de paisajes degradados y el aumento de la biodiversidad. El plan de Church para el mamut lanudo se basa en la hipótesis de que su reintroducción en la tundra ártica podría ayudar a revertir el deshielo del permafrost al pisotear la nieve y fomentar el crecimiento de pastizales, lo que reflejaría su rol histórico en el mantenimiento de estos ecosistemas. La presencia de depredadores extintos podría, asimismo, regular poblaciones de herbívoros superpobladas, previniendo el sobrepastoreo y permitiendo la recuperación de la vegetación, tal como se espera de la restauración de poblaciones de lobos.
José Luis Cordeiro
www.cordeiro.org
El potencial impacto de reintroducir especies extintas en sus nichos ecológicos originales es innegablemente atractivo. Animales que alguna vez fueron arquitectos de sus ecosistemas podrían desempeñar un papel crucial en la restauración de paisajes degradados y el aumento de la biodiversidad. El plan de Church para el mamut lanudo se basa en la hipótesis de que su reintroducción en la tundra ártica podría ayudar a revertir el deshielo del permafrost al pisotear la nieve y fomentar el crecimiento de pastizales, lo que reflejaría su rol histórico en el mantenimiento de estos ecosistemas. La presencia de depredadores extintos podría, asimismo, regular poblaciones de herbívoros superpobladas, previniendo el sobrepastoreo y permitiendo la recuperación de la vegetación, tal como se espera de la restauración de poblaciones de lobos.
George Church es un firme defensor del potencial de la desextinción para la conservación. Su visión se centra en la aplicación de la ingeniería genética para crear animales genéticamente similares a las especies extintas, con la esperanza de reintroducirlos en entornos donde puedan desempeñar funciones ecológicas importantes. Church argumenta que, con una investigación rigurosa y una planificación cuidadosa, la desextinción podría ofrecer nuevas herramientas para combatir la crisis de biodiversidad.
La reciente "desextinción funcional" de los lobos salvajes subraya la importancia de comprender las dinámicas ecológicas y sociales antes de cualquier intento de reintroducción. Aunque no se trata de traer de vuelta una especie completamente extinta, la gestión de las poblaciones de lobos y su interacción con el ganado y las comunidades humanas demuestra la complejidad de reintroducir depredadores en paisajes modernos.
En conclusión, la desextinción animal representa una frontera fascinante de la ciencia con el potencial de ofrecer soluciones innovadoras para la preservación de la ecología. Sin embargo, debemos abordar esta posibilidad con un rigor científico implacable y una profunda reflexión ética. Si bien la visión de George Church y los avances en la ingeniería genética abren nuevas vías para la conservación, es crucial que los esfuerzos de desextinción se realicen con una comprensión exhaustiva de los posibles impactos ecológicos y se prioricen junto con las estrategias de conservación existentes para proteger la biodiversidad actual. La esperanza de revivir el pasado no debe eclipsar la urgencia de preservar el presente, y extender la vida aquí y ahora. Las tecnologías que se están desarrollando para la desextinción también pueden ser útiles para alcanzar el rejuvenecimiento biológico y extender la longevidad de una manera indefinida y saludable.
José Luis Cordeiro
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