Espacio publicitario

Influencia para bien

Existe una prueba sencilla para corroborar que vamos a actuar con integridad en un momento dado: cuando estemos tomando una decisión, podemos preguntarnos: “¿Me parece bien que otras personas se enteren de esta decisión?

  • AGUSTIN ALBORNOZ S.

30/03/2025 05:00 am

Algo que me llamó mucho la atención desde que caí en cuenta de ello es que cuando venimos a este planeta tenemos la oportunidad de hacer algún tipo de contribución. Aunque muchísimas personas lo hacen, no deberíamos llegar aquí solo para respirar, comer, consumir recursos del planeta, etc. De hecho Dios nos creó con el propósito de que nosotros ejerciéramos algún tipo de influencia para bien, en especial el de otros. Solo que con nuestro libre albedrío cada uno vamos a elegir vincularnos o no con dicho propósito.
 
En lo personal cuando se ha tratado de vincularme con el propósito citado, así como de tomar decisiones y acciones que puedan afectar de alguna manera a otros, algo que me ha ayudado muchísimo es saber que, como dicen las Escrituras, algún día me tocará estar ante Dios, y Él muy amorosamente revisará junto conmigo lo que realmente ocurrió durante mi vida, tanto lo positivo como lo negativo. Asimismo, en ese momento quedará en claro en cuáles momentos actué con verdadera integridad y por tanto le di prioridad a agradar a Dios, y en cuáles otros buscando antes de todo agradarme a mí o a algunas personas, opté por dejarme llevar por el deseo de ser popular o de buscar una fama que en última instancia sería efímera, solo mientras estuviese aquí en la Tierra. Todo esto va a suceder exactamente así con cada uno de los seres humanos que nacemos en este planeta. Y además quiere decir que algún día Dios va a comparar la energía y el tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos, con el que destinamos para el bien y el provecho de otras personas.

Aquí cabe una aclaratoria muy importante: actuar con integridad para nada significa ser perfecto. Todos los humanos hemos cometido y cometeremos errores, y con frecuencia. El único perfecto que ha pisado este planeta fue Jesús, nadie más fue, es o será perfecto. Todo esto significa que porque hagamos lo posible por actuar usualmente con integridad, para lo cual deberíamos estar buscando con afán la ayuda de Dios y con la asiduidad que podamos en nuestra vida, no vamos a dejar de cometer errores. Y mucho menos aún nos dará ningún derecho de creernos superiores moralmente a nadie. Es más si llegara a suceder que nos creyésemos así, y si de paso eso ocurriera con frecuencia, allí dejaríamos de ser íntegros. Más bien lo que sí deberíamos es corregir y aprender lo que podamos de los errores que se cometen, en vez de procurar atribuir la culpa de los mismos.

Finalmente, existe una prueba sencilla para corroborar que vamos a actuar con integridad en un momento dado: cuando estemos tomando una decisión, podemos preguntarnos: “¿Me parece bien que otras personas se enteren de esta decisión? ¿Puedo tomar esta decisión con una conciencia tranquila?” Si nuestra respuesta es negativa, lo más probable es que vamos a tomar una decisión equivocada, ya que usualmente el secreto va atado a malas decisiones. Invito a los apreciados lectores a reflexionar sobre este tema.

@viviendovalores
Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario