La gerencia como proceso de planificación, dirección y control de los recursos y actividades para alcanzar los objetivos propuestos, requiere de una estructura organizativa que puede variar desde una jerarquía rígida, una heterarquía o llegar hasta una anarquía muy flexible. El liderazgo, entendido como la capacidad de una persona para influir en otras personas de la organización, va a condicionar el modelo de funcionamiento de la estructura organizativa, con características diferentes de relaciones de autoridad, de tal forma que un liderazgo rígido puede producir un modelo de jerarquía poco flexible, mientras que un liderazgo que promueva la participación pero mantenga los niveles jerárquicos, facilitará en la organización un modelo de heterarquía. Finalmente cuando se da la situación de un liderazgo débil con una estructura organizativa mal definida, puede traer como consecuencia una anarquía.