En numerosos casos usan la figura del triángulo rojo invertido que los glorificadores de Hamas han puesto de moda y que, unos sabiendo y otros ignorando su origen y significado, vienen inundando las plataformas. Dicho símbolo está relacionado con el régimen nazi, cuando clasificaban por colores en los campos de concentración. El triángulo rojo invertido se aplicaba a los prisioneros políticos, es decir, a los opositores a la tiranía fascista.

Desde el comienzo de la guerra en Gaza, el triángulo rojo invertido es utilizado por los terroristas para marcar objetivos israelíes. Este distintivo se le vincula a la táctica de Abu Obaida al-Jarrah, un comandante cercano a Mahoma y se refiere a la organización de los soldados en forma de triángulo, con la punta orientada hacia el enemigo. Otros explican que deriva de la bandera palestina, creada en 1964.

Para los analistas, el triángulo rojo invertido asociado al nazismo no tiene enlace directo con Hamas, cuyos signos están ligados con el islamismo y el nacionalismo palestino. Afirman que cualquier coincidencia no se debe a una conexión histórica. Sin embargo, en múltiples casos hemos observado violentas protestas de terroristas palestinos blandiendo esvásticas. Ello fue común en 2018, en la llamada Gran Marcha del Retorno, cuando las masivas manifestaciones de gazatíes, convocadas por Hamas, en la frontera con Israel, quemaban neumáticos y a través del humo se veían esvásticas, ello dentro del contexto de expresiones de odio antisemita, allí radica la semejanza y continuidad. Además, el marcar casas y personas para ser atacadas se conecta con el nazismo, aunque no tengan un mismo origen. El nazismo y Hamas, al que se le distingue como islamofascismo, se basan en patrañas antisemitas y aseveran su intención de eliminar a los judíos, como parte de su criminal naturaleza e ideología.

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