Oportunidad
Con atraer oportunidades, al hecho de poder detectarlas, existen personas que simplemente tienen las oportunidades frente a sus ojos, pero no logran detectarlas, o lo hacen cuando ya es demasiado tarde
No hay nada más triste que ver pasar las oportunidades que se van presentando mientras se consumen los días de vida. Cierta frase famosa dice: Las oportunidades, favorecen a aquellas mentes que se encuentran preparadas.
En vez de confiar en la suerte, yo más bien confiaría en el hecho de que se debe ser la persona correcta, en el momento justo. Y ser la persona correcta dependerá de nuestra preparación, así como crear y atraer todos aquellos momentos justos en donde la oportunidad toque a nuestra puerta. Idealmente, si quieres potenciar tu factor de suerte o en otras palabras si quieres tener gozar de más suerte en la vida, lo que debería hacerse es, prepararse para las oportunidades que puedan presentar, ubicarse en cierta posición que facilite el hecho de atraer más oportunidades.
Con atraer oportunidades, al hecho de poder detectarlas, existen personas que simplemente tienen las oportunidades frente a sus ojos, pero no logran detectarlas, o lo hacen cuando ya es demasiado tarde.
Ambas cosas son importantes, debido a que nos permiten aprovechar todo aquello que se presente en nuestras vidas, sin embargo, aprender a prepararse para las oportunidades, en principio es más vital, debido a que simplemente pueden llegar a tu vida miles de oportunidades, pero si no sabes aprovecharlas, difícilmente lograrás algo bueno con ellas.
Se afirma que para conseguir nuestras metas tenemos que ser capaces de imaginarlas primero. Hay mucho de verdad en ello. Pero no es menos cierto que también hemos de aprender a dejar que los resultados se desplieguen. Tenemos que ser capaces de caminar hacia delante con confianza en un mundo que es incoherente impreciso, permitir que las oportunidades se presenten y estar preparados para cuando eso ocurra. Lo esencial es estar alineados con lo que creemos y con nuestros valores, de tal modo que seamos capaces de aprovechar esas oportunidades cuando lleguen.
Como en el deporte, no sabemos de dónde va a venir el balón, pero si tenemos un fuerte sentido de lo que queremos alcanzar y estamos permanentemente listos, entrenados y flexibles, podremos aprovechar las ocasiones cuando aparezcan.
A pesar de todo, este tipo de actitud no es la que nos inculcan nuestros padres ni la sociedad en la que estamos inmersos. Todos nos intentan transmitir un miedo latente a que las cosas no salgan bien, al fracaso de nuestros empeños, a que surja algún desastre inesperado en el camino y nunca podemos acumular la suficiente seguridad material para poder sentir que estamos a salvo de las incertidumbres naturales de la vida. Tenemos que mirar la realidad tal y como es, sin engaños, para podernos preparar en función a lo que existe, no a lo que es simple creencia, por mucho que sea aceptada por la mayoría.
La realidad es que no podemos ejercer el control que desearíamos sobre nuestras circunstancias, ni aquello que concurre en nuestra vida, por mucho que lo ansiemos. Por lo tanto, lo mejor y más inteligente es trabajar lo que sí podemos controlar: nuestras mentes, nuestra actitud, nuestra preparación y en qué clase de personas nos estamos convirtiendo. Así, podremos tener la intrínseca confianza de que estamos listos para lo que el futuro nos pueda destinar, y en función de lo que se presente, podremos tomar decisiones adecuadas que nos permitan progresar, adquirir más sabiduría, conseguir nuestros sueños y ser más felices. La clave se encuentra pues en nuestro interior, no en el exterior. Las fortalezas se construyen trabajando y compartir el entusiasmo.
El prepararse para las oportunidades y las responsabilidades que nos da la vida nunca ha sido más importante que ahora. Vivimos en una sociedad de cambios, la competencia intensa es parte de la vida. La preparación no es una opción, es una obligación, la preparación precede a los hechos.
Hoy nos encontramos con un reto, ser capaces de gestionar tanta información, almacenar ya ha pasado a la historia como un problema, hoy la informática es más barata y potente que hace unos años. El reto es qué hacer con esa información para que además de fiable, sea útil para la toma de decisiones, porque para aprovechar las oportunidades hay que decidir y ejecutar correctamente. Es fundamental que la información se comparta sin existir duplicidades, y para ello soluciones que permiten acceder a la información económico financiera desde cualquier lugar.
En fin, las oportunidades pueden significar desprenderse de los sentimientos negativos. También puede significar soportar presión. También puede significar elevarse por encima de la vanidad , la intolerancia y el engaño a medida que se esfuerza por vivir con dignidad . Es su oportunidad transformarse en arqueólogo que excava debajo la tierra para conseguir lo inimaginable.
Eccio León
@el54r
En vez de confiar en la suerte, yo más bien confiaría en el hecho de que se debe ser la persona correcta, en el momento justo. Y ser la persona correcta dependerá de nuestra preparación, así como crear y atraer todos aquellos momentos justos en donde la oportunidad toque a nuestra puerta. Idealmente, si quieres potenciar tu factor de suerte o en otras palabras si quieres tener gozar de más suerte en la vida, lo que debería hacerse es, prepararse para las oportunidades que puedan presentar, ubicarse en cierta posición que facilite el hecho de atraer más oportunidades.
Con atraer oportunidades, al hecho de poder detectarlas, existen personas que simplemente tienen las oportunidades frente a sus ojos, pero no logran detectarlas, o lo hacen cuando ya es demasiado tarde.
Ambas cosas son importantes, debido a que nos permiten aprovechar todo aquello que se presente en nuestras vidas, sin embargo, aprender a prepararse para las oportunidades, en principio es más vital, debido a que simplemente pueden llegar a tu vida miles de oportunidades, pero si no sabes aprovecharlas, difícilmente lograrás algo bueno con ellas.
Se afirma que para conseguir nuestras metas tenemos que ser capaces de imaginarlas primero. Hay mucho de verdad en ello. Pero no es menos cierto que también hemos de aprender a dejar que los resultados se desplieguen. Tenemos que ser capaces de caminar hacia delante con confianza en un mundo que es incoherente impreciso, permitir que las oportunidades se presenten y estar preparados para cuando eso ocurra. Lo esencial es estar alineados con lo que creemos y con nuestros valores, de tal modo que seamos capaces de aprovechar esas oportunidades cuando lleguen.
Como en el deporte, no sabemos de dónde va a venir el balón, pero si tenemos un fuerte sentido de lo que queremos alcanzar y estamos permanentemente listos, entrenados y flexibles, podremos aprovechar las ocasiones cuando aparezcan.
A pesar de todo, este tipo de actitud no es la que nos inculcan nuestros padres ni la sociedad en la que estamos inmersos. Todos nos intentan transmitir un miedo latente a que las cosas no salgan bien, al fracaso de nuestros empeños, a que surja algún desastre inesperado en el camino y nunca podemos acumular la suficiente seguridad material para poder sentir que estamos a salvo de las incertidumbres naturales de la vida. Tenemos que mirar la realidad tal y como es, sin engaños, para podernos preparar en función a lo que existe, no a lo que es simple creencia, por mucho que sea aceptada por la mayoría.
La realidad es que no podemos ejercer el control que desearíamos sobre nuestras circunstancias, ni aquello que concurre en nuestra vida, por mucho que lo ansiemos. Por lo tanto, lo mejor y más inteligente es trabajar lo que sí podemos controlar: nuestras mentes, nuestra actitud, nuestra preparación y en qué clase de personas nos estamos convirtiendo. Así, podremos tener la intrínseca confianza de que estamos listos para lo que el futuro nos pueda destinar, y en función de lo que se presente, podremos tomar decisiones adecuadas que nos permitan progresar, adquirir más sabiduría, conseguir nuestros sueños y ser más felices. La clave se encuentra pues en nuestro interior, no en el exterior. Las fortalezas se construyen trabajando y compartir el entusiasmo.
El prepararse para las oportunidades y las responsabilidades que nos da la vida nunca ha sido más importante que ahora. Vivimos en una sociedad de cambios, la competencia intensa es parte de la vida. La preparación no es una opción, es una obligación, la preparación precede a los hechos.
Hoy nos encontramos con un reto, ser capaces de gestionar tanta información, almacenar ya ha pasado a la historia como un problema, hoy la informática es más barata y potente que hace unos años. El reto es qué hacer con esa información para que además de fiable, sea útil para la toma de decisiones, porque para aprovechar las oportunidades hay que decidir y ejecutar correctamente. Es fundamental que la información se comparta sin existir duplicidades, y para ello soluciones que permiten acceder a la información económico financiera desde cualquier lugar.
En fin, las oportunidades pueden significar desprenderse de los sentimientos negativos. También puede significar soportar presión. También puede significar elevarse por encima de la vanidad , la intolerancia y el engaño a medida que se esfuerza por vivir con dignidad . Es su oportunidad transformarse en arqueólogo que excava debajo la tierra para conseguir lo inimaginable.
Eccio León
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