Venezuela búfalera
Como para recorrer el camino del progreso por venir, los productores y técnicos actuales y futuros deben prepararse, esperamos que el nuevo libro “Lecturas para búfaleros” los ayude a alcanzar el éxito en ese camino
Del extraordinario desarrollo búfalero de Venezuela, hablan por sí solo más de dos millones de búfalos de agua, cientos de fincas y criadores con su producción sustentable de leche, queso, carne y cueros, que abastece el mercado nacional teniendo la vista puesta en abrirse a la exportación. Al respecto, el nuevo libro de nuestra edición “Lecturas para búfaleros” que publicamos este junio 2024, para criadores, técnicos y demás interesados, es un modesto compendio de temas seleccionados sobre la cría y explotación de búfalos de agua en el mundo y Venezuela para la producción de leche, carne y doble-propósito.
Como país tropical con extensas sabanas de la mejor aptitud pecuaria, Venezuela ofrece condiciones naturales excepcionales para la cría de búfalos de agua. Por eso conviene saber, que el búfalo de agua ha sido y es, siguiendo a la muy acertada introducción del ganado Cebú, la experiencia zootécnica pecuaria más exitosa del país. A 1967 se remonta la primera importación de búfalos con sentido zootécnico realizada por la Administración de Centros de Recría (ACER) del Ministerio de Agricultura y Cría (MAC), dirigida por el médico veterinario e ingeniero agrónomo doctor Abelardo Ferrer Domingo, autorizado por el ministro Alejandro Osorio. La cría de búfalos en los centros de recría del MAC en la isla de Guara, estado Monagas, y en Mantecal, estado Apure, seguiría gracias al entusiasmo y perseverancia de Ferrer.
De la importancia básica del búfalo para Venezuela, escribía el doctor Ferrer: “Vastas zonas de Venezuela que sobrepasan los 3.000.000 Has, están cubiertos de gamelote chiguirero (Paspalum fasciculatum), pasto difícil y costoso de sustituir por pastos cultivados. Es un pasto poco apetecido por los vacunos. Hemos comprobado en el Delta Amacuro, que en gamelotes en que el ganado vacuno se enflaquece, los Búfalos engordan rápidamente. Todo el Bajo Apure y gran parte del resto del Apure, el Delta Amacuro, zona deltana de Monagas y Sucre, sur de Guárico, sur de Cojedes, sur de Portuguesa, sur de Barinas, gran parte del distrito Veroes del estado Yaracuy, sur del Zulia, etc., reúnen condiciones ecológicas (con problemas de drenaje) que constituyen un medio exageradamente adverso para el ganado vacuno y que sin embargo, constituyen el hábitat natural del búfalo de agua.”
En 1971 la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) se interesa en el fomento de la cría de búfalos para el Delta del Orinoco, adquiriendo de MAC/ACER unos animales y realizando conjuntamente con éste una importación en 1972 de 60 animales.
De allí en adelante el MAC incorpora exitosamente unos 25 ganaderos a la cría de búfalos con pequeños rebaños de 20 búfalas y un toro. En 1974 se realizan importantes proyectos privados, como el inicio de las importaciones de búfalas lecheras desde Italia y Bulgaria en 1974 y otras que seguirían durante los ochenta.
Pablo Moser Guerra en su Hato La Guanota del estado Apure, Jesús Reggeti en el hato Terecay en Camaguán, estado Guárico, y David Corán en los suyos del estado Barinas, pioneran la cría de búfalas lecheras en escala empresarial. La manufactura de queso Mozzarella “made in Venezuela” comienza con la instalación de pequeñas industrias, al igual que el dulce de leche o “Bufito” patentado por Moser, con lo que la integración de la producción láctea hace más rentable los proyectos, lo que facilita el financiamiento. Después la cría de búfalos se extiende al Táchira, Trujillo, Zulia, Portuguesa, Cojedes, Monagas, Bolīvar, Sucre, y otros estados.
Ofreciendo la doma del Llano y sus sabanas inundables mediante la construcción de módulos, tapas y diques, la incorporación de vastas tierras de mal drenaje a la producción búfalera, la ingeniería hidráulica aplicada hizo su demostración en los Módulos de Apure triplicando la producción pecuaria con pastos nativos bien manejados. Sin embargo dicho plan quedó corto en los 80 y su supuesto reinicio en los 2000 fue solo promesa entre tantas obras públicas incumplidas, que esperan el país retorne al camino del progreso.
Como para recorrer el camino del progreso por venir, los productores y técnicos actuales y futuros deben prepararse, esperamos que el nuevo libro “Lecturas para búfaleros” los ayude a alcanzar el éxito en ese camino. Sin duda alguna, a mediano plazo, Venezuela debe aumentar rápida y sostenidamente la producción de alimentos y en especial de proteínas animales de alto valor biológico para la mejor y sana alimentación de los venezolanos. En ese objetivo, por sus ventajas y beneficios la producción de leche, queso y carne de búfalo ofrece la mayor potencialidad de desarrollo. Con rebaños y fincas pequeñas, medianas o grandes; familiares o empresariales; bajo sistemas extensivos, semi-intensivo, o intensivo: de cría pura o comercial; de leche, carne o doble propósito, la Venezuela búfalera está ganada a la inversión segura privada como al apoyo de los planes y programas públicos que apuntalen su mejor desarrollo.
ppinate@gmail.com
Como país tropical con extensas sabanas de la mejor aptitud pecuaria, Venezuela ofrece condiciones naturales excepcionales para la cría de búfalos de agua. Por eso conviene saber, que el búfalo de agua ha sido y es, siguiendo a la muy acertada introducción del ganado Cebú, la experiencia zootécnica pecuaria más exitosa del país. A 1967 se remonta la primera importación de búfalos con sentido zootécnico realizada por la Administración de Centros de Recría (ACER) del Ministerio de Agricultura y Cría (MAC), dirigida por el médico veterinario e ingeniero agrónomo doctor Abelardo Ferrer Domingo, autorizado por el ministro Alejandro Osorio. La cría de búfalos en los centros de recría del MAC en la isla de Guara, estado Monagas, y en Mantecal, estado Apure, seguiría gracias al entusiasmo y perseverancia de Ferrer.
De la importancia básica del búfalo para Venezuela, escribía el doctor Ferrer: “Vastas zonas de Venezuela que sobrepasan los 3.000.000 Has, están cubiertos de gamelote chiguirero (Paspalum fasciculatum), pasto difícil y costoso de sustituir por pastos cultivados. Es un pasto poco apetecido por los vacunos. Hemos comprobado en el Delta Amacuro, que en gamelotes en que el ganado vacuno se enflaquece, los Búfalos engordan rápidamente. Todo el Bajo Apure y gran parte del resto del Apure, el Delta Amacuro, zona deltana de Monagas y Sucre, sur de Guárico, sur de Cojedes, sur de Portuguesa, sur de Barinas, gran parte del distrito Veroes del estado Yaracuy, sur del Zulia, etc., reúnen condiciones ecológicas (con problemas de drenaje) que constituyen un medio exageradamente adverso para el ganado vacuno y que sin embargo, constituyen el hábitat natural del búfalo de agua.”
En 1971 la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) se interesa en el fomento de la cría de búfalos para el Delta del Orinoco, adquiriendo de MAC/ACER unos animales y realizando conjuntamente con éste una importación en 1972 de 60 animales.
De allí en adelante el MAC incorpora exitosamente unos 25 ganaderos a la cría de búfalos con pequeños rebaños de 20 búfalas y un toro. En 1974 se realizan importantes proyectos privados, como el inicio de las importaciones de búfalas lecheras desde Italia y Bulgaria en 1974 y otras que seguirían durante los ochenta.
Pablo Moser Guerra en su Hato La Guanota del estado Apure, Jesús Reggeti en el hato Terecay en Camaguán, estado Guárico, y David Corán en los suyos del estado Barinas, pioneran la cría de búfalas lecheras en escala empresarial. La manufactura de queso Mozzarella “made in Venezuela” comienza con la instalación de pequeñas industrias, al igual que el dulce de leche o “Bufito” patentado por Moser, con lo que la integración de la producción láctea hace más rentable los proyectos, lo que facilita el financiamiento. Después la cría de búfalos se extiende al Táchira, Trujillo, Zulia, Portuguesa, Cojedes, Monagas, Bolīvar, Sucre, y otros estados.
Ofreciendo la doma del Llano y sus sabanas inundables mediante la construcción de módulos, tapas y diques, la incorporación de vastas tierras de mal drenaje a la producción búfalera, la ingeniería hidráulica aplicada hizo su demostración en los Módulos de Apure triplicando la producción pecuaria con pastos nativos bien manejados. Sin embargo dicho plan quedó corto en los 80 y su supuesto reinicio en los 2000 fue solo promesa entre tantas obras públicas incumplidas, que esperan el país retorne al camino del progreso.
Como para recorrer el camino del progreso por venir, los productores y técnicos actuales y futuros deben prepararse, esperamos que el nuevo libro “Lecturas para búfaleros” los ayude a alcanzar el éxito en ese camino. Sin duda alguna, a mediano plazo, Venezuela debe aumentar rápida y sostenidamente la producción de alimentos y en especial de proteínas animales de alto valor biológico para la mejor y sana alimentación de los venezolanos. En ese objetivo, por sus ventajas y beneficios la producción de leche, queso y carne de búfalo ofrece la mayor potencialidad de desarrollo. Con rebaños y fincas pequeñas, medianas o grandes; familiares o empresariales; bajo sistemas extensivos, semi-intensivo, o intensivo: de cría pura o comercial; de leche, carne o doble propósito, la Venezuela búfalera está ganada a la inversión segura privada como al apoyo de los planes y programas públicos que apuntalen su mejor desarrollo.
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