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Heidegger y el existencialismo alemán

El pensamiento de Heidegger resulta elaborado y complejo en muchos aspectos dado en gran parte por la riqueza de las fuentes de sus obras

  • DYLAN J. PEREIRA

08/07/2023 05:00 am

Es común afirmar que Karl Jaspers es, junto con Martin Heidegger (1889-1976), la figura central del existencialismo alemán, y es también común sostener que su filosofía participa de los rasgos característicos de todo pensamiento que se organiza en torno a la existencia como algo dado y que posee un incuestionable carácter de inmediatez.

Martin Heidegger ilustre filósofo alemán, cuya obra y pensamiento goza tanto de una profunda admiración e influencia en una multiplicidad de filósofos desde Arendt hasta Derrida o Foucoult, pero no exento de una profunda polémica sobre todo en relación a su pertenencia al partido nazi y su vinculación al régimen nacionalsocialista. Sin embargo, Heidegger tiene un papel protagónico en el rumbo de la filosofía del siglo XX. Sus aportes al existencialismo y a la búsqueda del sentido del ser han sido determinantes en obras como el Ser y Tiempo o posteriormente en su giro metafísico en prodigiosos ensayos como ¿Qué es la Metafísica?

A diferencia de Hegel quien considera la religión como una de las vías de expresión, revelación y develación del Espíritu Absoluto, así como la filosofía y la religión, Heidegger abandonará definitivamente la religión al considerarla incompatible con la filosofía donde encontraría su pasión y vocación finalmente en Friburgo.

El pensamiento de Heidegger resulta elaborado y complejo en muchos aspectos dado en gran parte por la riqueza de las fuentes de sus obras. Como mencionamos, su adhesión al partido nazi es objeto vigente de controversia; algunos testimonios dan cuenta de una cercanía a pensamientos y doctrinas como el “espacio vital” de la nación alemana, o la superioridad de la raza aria; otros sin embargo, dan cuenta de sus clases como un “escapa” al totalitarismo nazi. Lo cierto es que sólo en el año 1952 se reincorporó a su actividad académica aunque fue ya mucho menos constante.

“La obra de Heidegger suele entenderse como separada en dos períodos distintos. El primero viene marcado por Ser y tiempo, obra que, pese a quedar incompleta, plantea buena parte de las ideas centrales de todo su pensamiento. En ella, el autor parte del presupuesto de que la tarea de la filosofía consiste en determinar plena y completamente el sentido del ser, no de los entes, entendiendo por «ser», en general, aquello que instala y mantiene a los entes concretos en la existencia, aunque la definición de este concepto ocupa toda la obra del autor, y es en cierto sentido imposible.” (Ruiza y Tamayo, 2004). Para Heidegger: el ser del hombre se define por su relación con el mundo, que es además práctica («ser a-la-mano») antes que teórica («ser ante-los-ojos»).

Estas categorías le sirven para comprender por dónde pasa la diferencia entre una vida auténtica, que reconozca el carácter de «caída» que tiene la existencia, es decir, la imposibilidad de dominar su fundamento (el ser), y una vida inauténtica o enajenada, que olvide el ser en nombre de los entes concretos.

Con el concepto de Dasein, Heidegger trata de tematizar al ser humano que somos nosotros mismos, a través de la determinación más esencial, a saber, "el ser que comprende al ser".El "ser" de este ente va revelando su creciente complejidad a lo largo de la analítica existencial que se realiza en Ser y tiempo. En el núcleo de este análisis se expone en un comienzo la estructura fundamental del ser-en-el-mundo en sus diferentes modos: ser-arrojado, ser-para-la-muerte, etc.

En el entorno de Ser y Tiempo, Heidegger sigue orientando su trabajo por la problemática del estar-en-el-mundo como constitución fundamental del Dasein. Sin embargo, en este contexto, él intenta abordar, de otra manera, la estructura de la «trascendencia» (Transzendenz). Con la caracterización del Dasein como «trascendente». Heidegger quiere acentuar, entonces, que el Dasein presenta una determinación que es formadora de mundo. En esa línea de interpretación es posible constatar los fundamentos del tratamiento del tema de la «libertad» (Freiheit), que constituye el andamiaje de la afirmación de la lección del 29/30, según la cual el ser humano es formador de mundo.

Por su parte en ¿Qué es Metafísica?" la lección inaugural pública para tomar posesión de la cátedra de Filosofía en la Universidad de Friburgo, el 24 de julio de 1929. Heidegger sucedía a su maestro Husserl en esa gloriosa cátedra. Gloriosa por los maestros que la han servido en el presente siglo: Heinrich Rickert, Edmund Husserl, Martín Heidegger. Y, después de Heidegger, Max Müller, entre otros. La traducción española que poseemos de la lección misma es de Xavier Zubiri, el último de los grandes filósofos españoles, discípulo él mismo de M. Heidegger en los años treinta. En la obra citada Heidegger se propone primero, plantear un interrogante metafísico; luego, elaborar la cuestión que encierra, y termina respondiendo a ella.

De allí extraemos como columna de la investigación en la perspectiva de Heidegger la siguiente cita:

“Ese estar sosteniéndose la existencia dentro de la nada, apoyada en la recóndita angustia, hace que el hombre ocupe el sitio a la nada. Tan finitos somos que no podemos, por propia decisión y voluntad, colocarnos originariamente ante la nada. Tan insondablemente ahonda la finitud en la existencia, que la profunda y genuina finitud escapa a nuestra libertad. Este estar sosteniéndose la existencia en la nada, apoyada en la recóndita angustia, es un sobrepasar el ente en total: es la trascendencia.” (p.80)

Dylanjpereira01@gmail.com
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