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Distintas rutas del amor

La única forma de evitar que su padre perdiera el juicio era convertir tan terrible angustia en esperanza. Y eso hizo. Fingió estar contento cuando no lo estaba. Aparentó tener unas ganas de vivir que no tenía...

  • AGUSTIN ALBORNOZ S.

11/12/2022 05:02 am

Ya casi a la mitad de la temporada navideña, y debido a que es la época en que se ha convenido conmemorar el evento vital que ocurrió cuando el Amor vino en persona a este mundo, vamos a estar narrando algunas historias que muestran lo que de verdad es el amor, concepto que en estos tiempos ha sido muy tergiversado respecto a su verdadera naturaleza. Empezamos: 1. “Todo el mundo tiene algún rasgo molesto para otros. En vez de dejar que una cualidad nos lleve a criticar a alguien y eso cause un disgusto con esa persona, es mejor analizar el por qué de su conducta. Si nos ponemos en el lugar del otro y tratamos de entenderlo mejor, es más fácil ser tolerante y afable con él, y por ende más afectuosos. Preguntemos: ¿qué requeriríamos de estar en su situación? ¿Qué nos animaría o qué nos alegraría el día? ¿Qué nos ofendería? Si procuramos entender las situaciones o temores con que debe lidiar, no será difícil vincularnos con él. Si no nos es fácil relacionarnos de esa forma con las personas, pidamos a Dios el don de la empatía, es decir, la aptitud de identificarnos con los sentimientos o dificultades ajenos y comprenderlos” S.S.; 2. “Charles Schwab (1862-1939) pasaba un día por una de sus fábricas y se topó con unos empleados fumando. Al lado había un letrero que decía: Prohibido fumar. Sin embargo, Schwab no les señaló el letrero ni les preguntó: ¿Es que no saben leer? Mas bien se acercó a los obreros, le dio a cada uno un puro y les dijo: −Amigos, les agradeceré que se los fumen fuera. Aquellos hombres eran conscientes de que el jefe sabía que habían desobedecido las normas. El hecho de que no lo dijera, y en cambio les ofreciera un puro y los hiciera sentirse importantes despertó su admiración por él. No se puede menos que tener gran afecto por alguien así, ¿cierto?” Extractos texto Dale Carnegie; 3. “Henry Fawcett (1833-1884) fue de cacería con su padre cuando a este se le disparó la escopeta casualmente. El joven de 20 años quedó ciego de ambos ojos. Antes del suceso era un muchacho vivaz, con un gran futuro por delante. Se comprendería si dicho evento lo deprimiera y amargara, y así fue al inicio. Aunque algo lo salvó: el profundo amor que tenía por su padre. Este estaba al borde de la locura por lo ocurrido. La única forma de evitar que su padre perdiera el juicio era convertir tan terrible angustia en esperanza. Y eso hizo. Fingió estar contento cuando no lo estaba. Aparentó tener unas ganas de vivir que no tenía. Simuló esperanzas de llevar una vida productiva y plena cuando no era cierto. Sucedió entonces algo curioso: lo que fingía terminó por hacerse realidad. Y así tuvo un cambio conmovedor. Tanto que luego Fawcett fue elegido para ocupar un escaño en el Parlamento británico. Luego, a pedido del primer ministro Gladstone, asumió como director de correos del Reino Unido e hizo una importante mejora en el servicio de correos y telégrafos.” Anónimo

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