En medio de un escándalo que sacude a España, Barcelona y Real Madrid disputarán la final de la Copa del Rey
Los dos colosos del fútbol español se medirán en la final de la 123ª edición de la Copa del Rey este sábado en el Estadio La Cartuja de Sevilla
Para Barcelona, representa el primer paso para firmar un triplete de títulos en esta temporada. Para Real Madrid, en medio del escándalo por la denuncia contra el árbitro y de los rumores luego desmentidos de no presentación, parece ser la tabla de salvación en una campaña para el olvido y, en caso de triunfo, una de las pocas cartas que podrá exhibir su técnico para tratar de conservar su puesto.
Con aspiraciones tan distintas, pero con el objetivo común de quedarse con el trofeo, los dos colosos del fútbol español se medirán en la final de la 123ª edición de la Copa del Rey este sábado desde las 17 en el Estadio La Cartuja de Sevilla.
Si bien nunca es sencillo plantear escenarios de favoritismo claro en encuentros de este calibre, es claro que el Barça llega mejor parado a este mano a mano. Porque su rendimiento ha sido superior al de su adversario en las últimas semanas, lo que le permitió afianzarse en la cima de LaLiga de España y acceder a las semifinales de la Champions League (el miércoles recibirá a Inter en el Estadio Olímpico de Monjuic en el choque de ida de su llave). Pero también porque el elenco dirigido por Hansi Flick se impuso muy claramente en los dos cruces contra el Merengue en esta temporada.
El 26 de octubre y por la 11ª fecha de la Liga, los catalanes triunfaron 4 a 0 en el Santiago Bernabéu con goles del polaco Robert Lewandowski -dos-, el brasileño Raphinha y Lamine Yamal. El 12 de enero, en la final de la Supercopa de España que se disputó en el Estadio Al Jawhara de Yeda (Arabia Saudita), ganaron 5 a 2 con tantos de Raphinha (dos), Yamal, Lewandowski y Alejandro Balde (descontaron el francés Kylian Mbappé y el brasileño Rodrygo).
Para este partido, Flick no podrá contar con su goleador, el polaco Lewandowski, quien el sábado pasado sufrió una lesión en el músculo semitendinoso de la pierna izquierda durante el partido frente a Celta en Montjuic por la Liga. Tampoco jugará el lateral Alejandro Balde, quien se está recuperando de una afección similar.
Lágrimas por parte del arbitro
El juez del encuentro decisivo será el vasco Ricardo De Burgos Bengoechea, un dato que podría resultar poco relevante, de no ser por lo que sucedió el viernes durante una conferencia de prensa que brindaron los integrantes del cuerpo arbitral: el réferi lamentó, entre lágrimas, “la repercusión de los vídeos de Real Madrid Televisión (el canal oficial del club” contra él y sus colegas, ya que “los hijos de los compañeros oyen decir en el colegio que su padre es un ladrón”.
“Es muy jodido cuando un niño va al colegio, hay otros que le dicen que su padre es un ladrón y vuelve a su casa llorando. Yo intento educar a mi hijo para decirle que su padre es honrado, que se equivoca como un deportista más. Esto es muy jodido, no se lo deseo a nadie. Cuando me vaya, quiero que mi hijo esté orgulloso de su padre y del arbitraje porque el arbitraje nos ha dado muchos valores. No hay derecho a lo que estamos pasando muchos compañeros no solo entre los profesionales, sino, sobre todo, en el fútbol base”, deploró De Burgos Bengoechea, notoriamente conmovido.
El escándalo del equipo merengue
Tras la rueda de prensa, se especuló con que Real Madrid pediría la sustitución del juez y también del encargado del sistema de videoasistencia, Pablo González Fuertes (en la misma conferencia exigió que “se deje de poner la diana” en los árbitros porque un día va a ocurrir “una desgracia de verdad”), por considerar que carecían de imparcialidad para conducir el encuentro.
Sin embargo, el club se limitó a esperar un movimiento de la Real Federación Española de Fútbol que nunca se produjo. Más tarde comenzó a sonar fuerte el rumor de que el equipo blanco no se presentaría, pero esa versión fue desacreditada por la institución. "Ante los rumores que han surgido en las últimas horas, el Real Madrid C. F. comunica que nuestro equipo nunca se ha planteado renunciar a jugar la final de mañana", avisa.
Fuente: Clarín de Argentina
Con aspiraciones tan distintas, pero con el objetivo común de quedarse con el trofeo, los dos colosos del fútbol español se medirán en la final de la 123ª edición de la Copa del Rey este sábado desde las 17 en el Estadio La Cartuja de Sevilla.
Si bien nunca es sencillo plantear escenarios de favoritismo claro en encuentros de este calibre, es claro que el Barça llega mejor parado a este mano a mano. Porque su rendimiento ha sido superior al de su adversario en las últimas semanas, lo que le permitió afianzarse en la cima de LaLiga de España y acceder a las semifinales de la Champions League (el miércoles recibirá a Inter en el Estadio Olímpico de Monjuic en el choque de ida de su llave). Pero también porque el elenco dirigido por Hansi Flick se impuso muy claramente en los dos cruces contra el Merengue en esta temporada.
El 26 de octubre y por la 11ª fecha de la Liga, los catalanes triunfaron 4 a 0 en el Santiago Bernabéu con goles del polaco Robert Lewandowski -dos-, el brasileño Raphinha y Lamine Yamal. El 12 de enero, en la final de la Supercopa de España que se disputó en el Estadio Al Jawhara de Yeda (Arabia Saudita), ganaron 5 a 2 con tantos de Raphinha (dos), Yamal, Lewandowski y Alejandro Balde (descontaron el francés Kylian Mbappé y el brasileño Rodrygo).
Para este partido, Flick no podrá contar con su goleador, el polaco Lewandowski, quien el sábado pasado sufrió una lesión en el músculo semitendinoso de la pierna izquierda durante el partido frente a Celta en Montjuic por la Liga. Tampoco jugará el lateral Alejandro Balde, quien se está recuperando de una afección similar.
Lágrimas por parte del arbitro
El juez del encuentro decisivo será el vasco Ricardo De Burgos Bengoechea, un dato que podría resultar poco relevante, de no ser por lo que sucedió el viernes durante una conferencia de prensa que brindaron los integrantes del cuerpo arbitral: el réferi lamentó, entre lágrimas, “la repercusión de los vídeos de Real Madrid Televisión (el canal oficial del club” contra él y sus colegas, ya que “los hijos de los compañeros oyen decir en el colegio que su padre es un ladrón”.
“Es muy jodido cuando un niño va al colegio, hay otros que le dicen que su padre es un ladrón y vuelve a su casa llorando. Yo intento educar a mi hijo para decirle que su padre es honrado, que se equivoca como un deportista más. Esto es muy jodido, no se lo deseo a nadie. Cuando me vaya, quiero que mi hijo esté orgulloso de su padre y del arbitraje porque el arbitraje nos ha dado muchos valores. No hay derecho a lo que estamos pasando muchos compañeros no solo entre los profesionales, sino, sobre todo, en el fútbol base”, deploró De Burgos Bengoechea, notoriamente conmovido.
El escándalo del equipo merengue
Tras la rueda de prensa, se especuló con que Real Madrid pediría la sustitución del juez y también del encargado del sistema de videoasistencia, Pablo González Fuertes (en la misma conferencia exigió que “se deje de poner la diana” en los árbitros porque un día va a ocurrir “una desgracia de verdad”), por considerar que carecían de imparcialidad para conducir el encuentro.
Sin embargo, el club se limitó a esperar un movimiento de la Real Federación Española de Fútbol que nunca se produjo. Más tarde comenzó a sonar fuerte el rumor de que el equipo blanco no se presentaría, pero esa versión fue desacreditada por la institución. "Ante los rumores que han surgido en las últimas horas, el Real Madrid C. F. comunica que nuestro equipo nunca se ha planteado renunciar a jugar la final de mañana", avisa.
Fuente: Clarín de Argentina
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