En Caracas con el paso de los años, diversos comercios, ubicados en el centro de la ciudad, se han convertido para muchos caraqueños en un lugar de encuentro con la historia.
Tascas, restaurantes, cafés, zapaterías entre otros locales son testigo fiel, de los diferentes acontecimientos del desarrollo de la ciudad en los últimos 50 años.
Un clásico en el centro de Caracas desde 1984, ubicado entre las esquinas de Pelotas y Punceres se encuentra La Posada de Cervantes, considerado para muchos caraqueños, un lugar acogedor donde quien le visita queda enamorado de su diversa gastronomía.
Freddy De Freitas quien junto a su padre y hermano llevan el timón del lugar, ofrece a quien visita el lugar , no solo una extensa gastronomía desde un plato español hasta uno asiático, sino la oportunidad de sentirse como en casa, comentó De Freitas.
“Arquitecto de profesión, pero Taguarero de pasión”, expresó De Freitas, quienes en cada viaje a la exterior trae consigo, un plato exquisito y le coloca ese toque criollo con el fin de brindarle lo mejor a quienes a diario transitan por el lugar.
Entre las esquinas de Gradillas a San Jacinto, se ubica el Café de Gregorio que que es uno los más visitados y conocido por los caraqueños, así lo afirmó Tania Correia transeúnte quien desde hace 27 años, visita en local atendido por el señor Gregorio Morales.
“Más que un trabajo, es un placer atenderles a todos”, comentó Morales, quien afirma que aún en medio de las dificultades “hay que confiar en uno mismo y seguir dando por el país ese granito de arena día a día” expresó.
Un gran reto
Ingrid Rivero, continúa el legado de su papa Eustoquio Delgado, quien en 1963 dio origen en la esquina de Gradilla a Sociedad, uno de las tiendas de bisutería más antiguas del casco.
Es un reto continuar y mantenerse, “por aquí he visto pasar a grandes personalidades”, comentó sonriente Rivero.
Más que un trabajo, es bonito ver que cualquiera pasa por el local y te dicen “mi mamá me traía aquí de pequeña a comprarme colitas”, eso te llena de ánimo y es el motor que me impulsa a seguir adelante, pese a las dificultades.
En uno de centros comerciales más antiguos de Caracas, el Pasaje Zing, se ubica Bon Nadal, que desde 1969 ofrece a sus visitantes todo lo relacionado al mundo de la repostería, y en Navidad, la ilusión de poder llevar a casa la ciudad de Belén en miniatura. ¿Todavía existe?, son las palabras que pronuncian de quienes pasan por el lugar, comentó María Eugenia Palacios quien labora allí.
También tiendas como Bahía’s ubicada en La Castellana, Korda Modas y la cuadra de piñaterías ubicadas en El Silencio y en el centro de la ciudad. El Salón del Pollo y El Barco de Colón localizados en Candelaria ya no existen.Según datos de Consecomercio por la situación económica ha cerrado en todo el país entre 40 y 80 % de los negocios.
Tascas, restaurantes, cafés, zapaterías entre otros locales son testigo fiel, de los diferentes acontecimientos del desarrollo de la ciudad en los últimos 50 años.
Un clásico en el centro de Caracas desde 1984, ubicado entre las esquinas de Pelotas y Punceres se encuentra La Posada de Cervantes, considerado para muchos caraqueños, un lugar acogedor donde quien le visita queda enamorado de su diversa gastronomía.
Freddy De Freitas quien junto a su padre y hermano llevan el timón del lugar, ofrece a quien visita el lugar , no solo una extensa gastronomía desde un plato español hasta uno asiático, sino la oportunidad de sentirse como en casa, comentó De Freitas.
“Arquitecto de profesión, pero Taguarero de pasión”, expresó De Freitas, quienes en cada viaje a la exterior trae consigo, un plato exquisito y le coloca ese toque criollo con el fin de brindarle lo mejor a quienes a diario transitan por el lugar.
Entre las esquinas de Gradillas a San Jacinto, se ubica el Café de Gregorio que que es uno los más visitados y conocido por los caraqueños, así lo afirmó Tania Correia transeúnte quien desde hace 27 años, visita en local atendido por el señor Gregorio Morales.
Morales llegó desde San Cristóbal a la ciudad junto a su esposa en 1979 y desde hace 50 años, ofrece el tradicional con leche o marrón, acompañado de pastelitos andinos.
“Más que un trabajo, es un placer atenderles a todos”, comentó Morales, quien afirma que aún en medio de las dificultades “hay que confiar en uno mismo y seguir dando por el país ese granito de arena día a día” expresó.
Un gran reto
Ingrid Rivero, continúa el legado de su papa Eustoquio Delgado, quien en 1963 dio origen en la esquina de Gradilla a Sociedad, uno de las tiendas de bisutería más antiguas del casco.
Es un reto continuar y mantenerse, “por aquí he visto pasar a grandes personalidades”, comentó sonriente Rivero.
Más que un trabajo, es bonito ver que cualquiera pasa por el local y te dicen “mi mamá me traía aquí de pequeña a comprarme colitas”, eso te llena de ánimo y es el motor que me impulsa a seguir adelante, pese a las dificultades.
En uno de centros comerciales más antiguos de Caracas, el Pasaje Zing, se ubica Bon Nadal, que desde 1969 ofrece a sus visitantes todo lo relacionado al mundo de la repostería, y en Navidad, la ilusión de poder llevar a casa la ciudad de Belén en miniatura. ¿Todavía existe?, son las palabras que pronuncian de quienes pasan por el lugar, comentó María Eugenia Palacios quien labora allí.
Comercios que quedaron atrás
Tanto en el este como el centro de la ciudad restaurantes tradiciones y tiendas de ropa han cerrado sus puertas en los últimos dos años.
En La Castellana se ubicaba uno de los locales más tradicionales del municipio Chacao. En el 2018 cerró sus puertas Lee Hamilton. Este lugar llevaba 66 años de servicio ininterrumpidos, según recuerdan los vecinos.
También tiendas como Bahía’s ubicada en La Castellana, Korda Modas y la cuadra de piñaterías ubicadas en El Silencio y en el centro de la ciudad. El Salón del Pollo y El Barco de Colón localizados en Candelaria ya no existen.Según datos de Consecomercio por la situación económica ha cerrado en todo el país entre 40 y 80 % de los negocios.
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